El Ministerio de Energía y Minas de Perú (Minem) ha presentado una propuesta para reformar la Ley 28832, con el fin de abrir el mercado de generación eléctrica y reducir las tarifas para hogares y pequeñas empresas. Hoy en día, Perú ocupa el tercer lugar en cuanto a las tarifas eléctricas más altas de la región. Esta situación se debe, en gran medida, a la dependencia del país de fuentes como el gas natural y el agua, que representan más del 90% de su matriz energética.
Objetivos de la Reforma
El objetivo principal de la reforma es diversificar la matriz energética del país e introducir energías renovables, como la solar y eólica, para reducir la dependencia de recursos no renovables. Además, se busca fomentar la competencia en un mercado actualmente dominado por pocas empresas, lo cual podría estabilizar los precios y mejorar el acceso a la energía en comunidades remotas.
Beneficios para Hogares y Pequeñas Empresas
Reducir los costos de la electricidad tendría un impacto positivo directo en la economía familiar, permitiendo a las familias destinar recursos a otras necesidades esenciales. Para las pequeñas empresas, un ahorro en costos energéticos aumentaría su competitividad y permitiría el crecimiento del sector. Asimismo, mejorar el acceso a electricidad asequible en áreas rurales abriría oportunidades para el desarrollo económico, la educación y la salud.
Sostenibilidad y Crecimiento Económico
La reforma también representa una oportunidad para que Perú avance en sus compromisos ambientales y en el desarrollo de una economía sostenible. Invertir en energías renovables impulsaría la creación de empleos en el sector de energías limpias y fortalecería la reputación del país como un líder en sostenibilidad en la región. A largo plazo, una matriz energética diversa y estable contribuirá al desarrollo económico y reducirá las emisiones de carbono, beneficiando tanto al medio ambiente como a la economía nacional.
Retos de Implementación
Implementar esta reforma implica superar desafíos significativos, como la resistencia de actores tradicionales del sector eléctrico y la necesidad de asegurar financiamiento e incentivos para las inversiones en renovables. Además, será esencial establecer una regulación que garantice una competencia justa y la integración de las energías renovables en la infraestructura actual. El diálogo con las comunidades locales también será clave para asegurar el éxito del cambio hacia una matriz energética más diversa.
La reforma a la Ley 28832 podría marcar el inicio de una nueva era para el sector eléctrico en Perú. Si bien su implementación requiere de esfuerzos coordinados, sus beneficios potenciales, como tarifas más bajas y un suministro más limpio y estable, son esenciales para mejorar la calidad de vida de los peruanos y promover un desarrollo equitativo y sostenible.
Fuente: Agencia Peruana de Noticias – Andina